viernes, 29 de junio de 2012

Carreteras del Brosquil y del Faro.

En nuestro articulo anterior a la plaga de mosquitos, por cierto hoy viernes 29 de Junio todavía sin solucionarse, aunque haya bajado la intensidad de dicha plaga debido a que se termina la temporada para ellos y se van muriendo, en nuestro anterior articulo del lunes 18 de Junio, decíamos empezar nuestro verdadero trabajo que es denunciar todo lo que nos parecía mal de nuestro pueblo dando una serie problemas solucionables por nuestra alcaldía y que mejoraría la convivencia y la calidad de vida de nosotros, contribuyentes. La primera citada de nuestra lista y uno de los mayoritarios problemas pendientes sigue siendo la carretera del Brosquil. Esta carretera se distingue por ser desde muchos años la “pista Nazaret-Oliva”, existiendo desde centenares de años bordeando la costa y frecuentada antiguamente por mercaderes, viandantes, carros y ganaderos que bajaban desde la capital de provincia hasta el sur de Gandía distribuyéndose por las diferentes ciudades que bordean la costa como los Poblados del Sur, el Perelló, Sueca, Cullera, Tavernes y Gandía. Con la llegada de los coches, ampliación de la nacional y creación de la autopista y demás autovías, esta pista se ha quedado como lo que es, una pista. Cada pueblo por donde pasa, hace uso peculiar de ella. De Valencia a Sueca sirve de carretera turística bordeando la Albufera y siendo durante muchos años la “ruta del Bacalao” desde la capital hasta Les Palmeresdonde estaban 4 de las mejores discotecas de dicho fenómeno. Entre Tavernes, Xeraco y hasta el término de Gandía sigue siendo un camino de tierra estrecho invadido por las cañas y solo frecuentado por los agricultores de cada zona. Pero a partir del termino de Gandía se ensancha como carretera con arcén y recta como un hilo hasta la entrada de la ciudad y pasando dicha ciudad hasta llegar a Oliva playa. Aquí en Cullera, la carretera sirve para conectarnos en coche con El Brosquil, pedanía cullerense, siendo un lugar de segunda residencia para muchos habitantes y donde se construyeron centenares de casetas. No llega a ser el camino de tierra bordeado de cañas como existe más al sur pero sigue siendo carretera estrecha llena de curvas peligrosas, sin arcén, llena de parches y baches en el asfalto y para más cachondeo el señor Parrús nos coloca señales de medida compuestoas por tubos de plástico a ras de carretera, cada 20 metros y donde muchos están ya por los suelos. A quien se le ocurre montar dicha infraestructura en una carretera tan estrecha, dando a pensar (presuntamente) en un chanchullo para gastar dinero y mover comisiones ( no nos extrañaría nada!) entre Parrús y algún gobernante mal parido de nuestro consistorio. Claro que con el PAI que tenían previsto, esta manada de sinvergüenzas especuladores para toda la zona Sur de Cullera hasta el termino de Tavernes, seguramente esta carretera hubiera desaparecido dando paso a una avenida con edificaciones alrededor sin terminar haciendo del entorno una zona fantasma. “No hay mal que por bien no venga”. La burbuja inmobiliaria pinchó impidiendo todo este caos. Pero de tener una carretera ancha y recta cruzando una zona fantasma, a intentar mejorarla, supondría regular la circulación y la seguridad, sobre todo de muchos ciclistas domingueros, solo cortando algunas curvas y haciendo arcén. Sería gastarse el dinero bien gastado y no para otros fines. Hablemos de otra carretera ya convertida en avenida, como es la carretera del Faro. Puede que sea la carretera más emblemática de nuestro pueblo y es otra de las carreteras mantenidas por el señor Parrús dentro de su herramienta llamada “Diputación”. Empezando por la plaza Mongrell y bordeando la zona turística del Racó, llegando hasta el Faro por la subida de Borrasca y convirtiéndose después en carretera con arcén entre la montaña y el litoral donde hace un par de años la Diputación metió manos ala obra creando jardines, carril bici, zonas de descanso para peatones con bancos y todo, esperemos que la Diputación se gaste mas dinero para arreglar dicho tramo en la subida de Borrasca, tramo recordando las carreteras de los años 60 y asfaltando todos los tramos del Racó y la zona Ferrobús mejorando así la circulación y la seguridad de todos. Cullera está metida en un caos circulatorio teniendo sus accesos directos mal gestionados como las carreteras arriba citadas y por no hablar de los accesos directos como la entrada por el rio todavía sin terminar y por la otra parte del rio, enfrente pasando por el cuartel picolero donde el asfaltado también deja mucho que desear. Aunque de los accesos a Cullera hablaremos en otra ocasión, hoy en día,el miedo es entrar en una espiral donde no se arregle nada por falta de dinero y poco a poco se altere y desagregue todo lo conseguido en épocas de abundancia económica. La próxima semana hablaremos de algunas zonas conflictivas por su abandono como las urbanizaciones del Mareynet y Bonavista. Un saludo.

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